viernes, 5 de mayo de 2017

Áreas de aplicación de la inteligencia emocional.




ÁREAS DE APLICACIÓN DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL


FAMILIAR:
Los fuertes lazos emocionales entre padres e hijos hacen necesario que unos y otros puedan aprender a ser emocionalmente inteligentes con el objetivo de conseguir vivir todos con mayor bienestar.
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EDUCATIVO:
Se ocupa de temas tales como el funcionamiento de las relaciones entre los distintos miembros de la institución escolar, problemas de aprendizaje y adaptación de los alumnos. Llevar a cabo actividades que permitan solucionar conflictos sociales en la Institución Educativa, manejando conceptos de Habilidades Sociales
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LABORAL:
Consiste en la aplicación de conocimientos de métodos de la psicología en la situación de producción o fabrica. Temas como la motivación.La interacción con miembros de nuestra unidad o grupo de trabajo, con jefes y colaboradores, con clientes y proveedores puede llevarnos a negociar intereses o resolver conflictos, a dirigir o guiar y a fomentar el espíritu de equipo.
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CLÍNICA:
Incluye la atención de problemas emocionales, adaptativos y otros que requieren de la asistencia psicológica para una mejor evolución. Beneficios médicos de los sentimientos positivos y el poder curativo del apoyo emocional proporcionado por las personas que rodean a un paciente, desde los familiares más íntimos hasta los profesionales que trabajan en el área de la salud y tienen contacto con él.❤👆👌👐☺👀

viernes, 28 de abril de 2017

Cuadro comparativo IE en sus diversos ámbitos.


Áreas de aplicación de la IE

Áreas de aplicación de la Inteligencia Emocional:

Goleman define el término inteligencia emocional como la capacidad humana de sentir, entender, controlar y modificar estados emocionales en uno mismo y en los demás; no es ahogar las emociones, sino dirigirlas y equilibrarlas. Afirma que, se puede observar la poca influencia del intelecto para conseguir el éxito (20%) dejando un 80% a otro tipo de variables como por ejemplo la IE. De este modo, controlando la angustia, la empatía, el empeño frente a la frustración o la confianza, se puede alcanzar unos niveles de éxito óptimo.

Londoño explica que la inteligencia emocional se relaciona con la capacidad de reconocer los propios sentimientos, los sentimientos de los demás y la motivación para conducir las relaciones con nosotros mismos y con los demás adecuadamente. La inteligencia intrapersonal es el conjunto de capacidades que permiten formar un modelo preciso y verídico de sí mismo; y la inteligencia interpersonal es la capacidad de atender a otras personas, interactuar con ellas y establecer empatía. Éstas en conjunto, conforman la inteligencia emocional y juntas determinan la capacidad de dirigir la vida de manera satisfactoria. La emoción y el intelecto son dos mitades de un todo. El coeficiente intelectual y el coeficiente emocional, son dos recursos necesarios ya que el uno sin el otro es incompleto e ineficaz. En esta no hay diferencias entre los sexos, no es genética, tampoco se desarrolla solo en la infancia como sucede con el coeficiente intelectual que pasada la adolescencia cambia muy poco, esta no parece innata, se puede aprender y continúa desarrollándose a medida que se avanza por la vida y se aprende de la experiencia.

Greaves y Bradberry, afirman que la inteligencia o coeficiente intelectual, la personalidad y la inteligencia emocional son cualidades que todos los seres poseen. En conjunto, ellas determinan la manera de pensar y actuar. Es imposible predecir una sin la otra. De las tres, la inteligencia emocional es la única cualidad que es flexible y dispuesta al cambio. El camino físico de la inteligencia emocional comienza en el cerebro, en la medula espinal. Las sensaciones primarias entran por allí y viajan hasta la parte frontal del cerebro antes de que se pueda pensar racionalmente en la experiencia vivida. Pero primero pasan por el sistema liminal, lugar donde se experimentan las emociones. La inteligencia emocional requiere una comunicación efectiva entre el centro racional y el centro emocional del cerebro. En el momento en que estas tres dimensiones se miden en un solo individuo, se determina que cada una cubre un campo único que ayuda a explicar porque una persona es como es, una sola no es suficiente para lograr los resultados deseados.

La inteligencia emocional tiende a agruparse en dos competencias; la competencia personal que se refiere al resultado de las habilidades de conciencia de sí mismo y autocontrol, capacidad para ser consciente de los propios sentimientos, manejar el comportamiento y las tendencias y la competencia social que se refiere al resultado de las habilidades de conciencia social y manejo de las relaciones, capacidad para entender el comportamiento, motivaciones de los demás y el manejo de las relaciones con ellos.

Diversos ámbitos de análisis

  • Inteligencia emocional en el ámbito de los niños.

La utilización de la IE en distintos ámbitos, da lugar a hablar de su importancia para educar a los niños. Por norma general, los niños presentan un intento repetitivo para conseguir el éxito, con un gran empeño para lograr sus metas. Hoy en día, se cree que, muchos problemas de la infancia pueden explicarse por los cambios sociales, en este caso, las emociones pueden tratar de solucionarlos. Diferentes estudios (Shapiro 1997) organizan la manera de educar a los niños en tres formas distintas: De forma autoritaria donde los padres tienden a desalentar a los niños a expresar sus opiniones y sentimientos; de forma permisiva caracterizada por aceptar las ideas del niño pero sin poner metas muy claras a sus hijos ni límites ante sus acciones; y de una forma autorizada donde se logra equilibrar límites claros con un ambiente estimulante en el hogar.

  • Inteligencia emocional en el área educativa.

Jiménez Morales y López Zafra relacionan la IE con el ajuste socio-escolar del alumnado, especialmente en lo referente al rendimiento escolar y a la aparición de estrés o ansiedad. La realización de programas centrados en habilidades de la inteligencia emocional se percibe en la actualidad como necesarios para el crecimiento personal, y como ayuda para la preparación al mundo laboral. Cada vez se defiende con mayor ímpetu que la inteligencia en el ámbito académico no es suficiente y se le da una mayor importancia a todo lo que mueve y motiva a las personas, es decir todos los aspectos emocionales y sociales. Estos aspectos deben ser tratados tanto por la familia como por la escuela para aumentar las expectativas de éxito en el futuro.
En épocas anteriores no hacían especial atención a los sentimientos y las emociones, centrándose más en el control de los alumnos y alumnas, actualmente los educadores deben intentar conseguir que el alumnado consiga sentir inteligentemente, siendo conveniente la práctica de habilidades emocionales dentro del aula y el entrenamiento para, con el tiempo, ir tratando de educar la IE.
Es importante que el docente no vea las emociones de forma individual sino que trate de crear un clima emocional adecuado en el colegio para recibir, interiorizar y controlar las emociones de los alumnos.
Berrocal y Aranda (2008) postulan que se puede apreciar que los centros educativos y el profesorado tienen cada vez una mayor consideración a los aspectos emocionales dentro del aula para conseguir un mayor rendimiento del alumnado y un clima óptimo.
Para conseguir estos cambios de forma sostenible, los padres deben ser en el hogar el espejo en el que se reflejen los comportamientos positivos aprendidos por el niño y su responsabilidad moral será fundamental en la generación de sus virtudes positivas y habilidades emocionales.

  • Inteligencia emocional y en el centro de trabajo

La inteligencia emocional es el factor más importante que puede servir de indicador de éxito en las relaciones de trabajo, no por eso se deja de mencionar otras áreas como las habilidades técnicas, los conocimientos, las capacidades mentales y físicas, el aspecto físico y el interés por un campo determinado de trabajo, las aspiraciones y las metas profesionales, hasta las circunstancias que obstaculizan el rendimiento.
Soto (2001), explica que manejar una situación emocional en el lugar de trabajo, requiere las capacidades necesarias para resolver los problemas al establecer entendimiento y confianza, saber escuchar y ser capaz de persuadir con una recomendación, poseer ciertas facultades como el conocimiento de sí mismo, la posibilidad de ver las cosas con perspectiva y cierto porte para ser la persona en que todos los presentes van a confiar. No basta tener un alto nivel académico, la capacidad de saber relacionarse, de hacerse escuchar si se requiere y de sentirse a gusto consigo mismo, ese es el tipo de facultades que constituyen la diferencia crucial de las personas con sano equilibrio emocional.
Cherniss y Goleman (2005) mencionan que la inteligencia emocional influye en la eficacia organizativa en varias áreas; contratación y conservación del empleado, desarrollo del talento, trabajo en equipo, compromiso, estado de ánimo y salud del empleado, innovación, productividad, eficacia, ventas, ingresos, calidad de servicios, clientela fiel y cliente o estudiante resultante, todos los anteriores vitales para el desempeño y mantenimiento de una empresa u organización, además las relaciones ayudan a mejorar la inteligencia emocional individual y grupal para así mejorar la eficacia organizativa a través del liderazgo, clima y cultura organizativa apoyada de las políticas bien estructuradas de recursos humanos.
Una aptitud emocional es una capacidad aprendida basada en la inteligencia emocional, que origina un desempeño laboral sobresaliente. Las aptitudes emocionales se clasifican en dos grandes grupos:
-       El primero es la aptitud personal, que son las que determinan el dominio de uno mismo, comprenden las siguientes aptitudes; autoconocimiento, que consiste en conocer los propios estados internos, preferencias, recursos e intuiciones, se enfoca en etiquetar los sentimientos mientras éstos ocurren, comprende tres aptitudes emocionales; conciencia emocional, autoevaluación precisa; y confianza en sí mismo. La autorregulación, se enfoca en manejar los propios estados internos, impulsos y recursos, está formada por cinco aptitudes emocionales; autodominio, confiabilidad, escrupulosidad, adaptabilidad e innovación y por último la motivación que son las tendencias emocionales que guían o facilitan la obtención de las metas, se compone de cuatro aptitudes emocionales; afán de triunfo, compromiso, iniciativa y optimismo.

-       La segunda es la aptitud social, que son las que determinan el manejo de las relaciones y comprende las siguientes aptitudes; la empatía, la capacidad de captar de sentimientos, necesidades e intereses, comprende cinco aptitudes emocionales; comprender a los demás, ayudar a los demás a desarrollarse, orientación hacia el servicio, aprovechar la diversidad, conciencia política y las habilidades sociales, encargadas de inducir en los otros las respuestas deseadas, comprenden ocho aptitudes emocionales; influencia, comunicación, escuchar abiertamente y trasmitir mensajes convincentes, manejo de conflictos, liderazgo, catalizador de cambios, establecer vínculos, colaboración y cooperación, habilidades de equipo.

La inteligencia emocional no implica estar siempre contento o evitar las perturbaciones, sino mantener el equilibrio, saber atravesar los malos momentos que nos depara la vida, reconocer y aceptar los propios sentimientos y salir airoso de esas situaciones sin dañarse ni dañar a los demás. No se trata de borrar las pasiones, sino de administrarlas con inteligencia.

  • La inteligencia emocional en el área clínica y de la salud.

Es amplia la influencia que tienen las emociones en la salud humana. Las emociones positivas previenen enfermedades, o una vez que éstas se han manifestado, contribuyen a su curación, y las emociones negativas ayudan a contraer enfermedades.
Los datos clínicos a nivel mundial confirman los beneficios médicos de los sentimientos positivos y el poder curativo del apoyo emocional proporcionado por las personas que rodean a un paciente, desde los familiares más íntimos hasta los profesionales que trabajan en el área de la salud y tienen contacto con él.
Según los profesionales de la salud, el descuido por la realidad emocional de la enfermedad deja de lado un conjunto creciente de pruebas que demuestran que los estados emocionales de las personas pueden jugar a veces un papel significativo en su vulnerabilidad ante la enfermedad y en el curso de su recuperación, pero los cuidados médicos modernos a menudo carecen de inteligencia emocional.
Para el paciente, cualquier encuentro con una enfermera o un médico puede ser la oportunidad para obtener información, consuelo y tranquilidad; y, si no se maneja adecuadamente, una invitación a la desesperación. Pero con demasiada frecuencia, quienes se ocupan de los cuidados médicos actúan con precipitación o son indiferentes a la aflicción del paciente.
En ese sentido, y refiriéndose a los mecanismos de respuesta conductuales, los Dres. Bonet y Luchina, señalan: ‘Pensamos que la respuesta de un individuo no se da en el vacío. Está organizada en función de la situación dada, del contexto social, cultural, psicológico y biológico del individuo. En la respuesta están involucradas las características del estímulo, la codificación simbólica y cognitiva que determina las emociones del individuo, sus posibilidades fácticas y sociales, y el estado de funcionamiento de sus órganos y sistemas.

  • La inteligencia emocional y sus consecuencias biológicas.

Goleman (1998), menciona que mientras la inteligencia emocional determina la capacidad para aprender los rudimentos del autocontrol y similares, la competencia emocional se refiere al grado de dominio de esas habilidades de modo que se reflejen en el ámbito laboral.
El desarrollo de habilidades inteligentemente emocionales le dan al individuo herramientas para mejorar su desempeño, es el manejo inteligente de las emociones lo que garantiza el éxito, ya que es lo que le va a facilitar la creatividad, motivación y seguridad.
La misma impresión biológica propia de cada emoción evidencia que cada una desempeña un papel único en el repertorio emocional de cada persona. Las emociones son impulsos para actuar, para enfrentarse a la vida y así cada emoción prepara al cuerpo para diferentes tipos de respuesta.

-       El enojo, aumenta el flujo sanguíneo a las manos el cual hace más fácil el empuñar un arma o golpear a un enemigo, también aumenta el ritmo cardiaco y la tasa de hormonas que como la adrenalina, generan la cantidad de energía necesaria para acometer acciones vigorosas.
-       Miedo, retira la sangre del rostro, lo que explica la palidez y sensación de quedarse frio; fluye a la musculatura esquelética larga las cuales favorecen así la huida. Al mismo tiempo, el cuerpo parece paralizarse, aunque sea solo un instante para calibrar la respuesta más adecuada. Las conexiones nerviosas de los centros emocionales del cerebro desencadenan también una respuesta hormonal que pone al cuerpo en estado de alerta general, sumiéndolo en inquietud y predisponiéndolo para la acción, mientras la atención se fija en la amenaza inmediata con el fin de evaluar la respuesta más apropiada.
-       Felicidad, proporciona dentro de sus cambios biológicos un aumento de la actividad de un centro cerebral que se encarga de inhibir los sentimientos negativos y de 15 aquietar los estados que generan preocupación, al mismo tiempo aumentan el caudal de energía disponible. En este caso no hay un cambio físico especial salvo, una sensación de tranquilidad que hace que el cuerpo se recupere más rápidamente de la excitación biológica provocada por las emociones perturbadoras. Esta condición proporciona al cuerpo un reposo, un entusiasmo y una disponibilidad para afrontar cualquier tarea que se lleve a cabo y fomentar también de este modo la consecución de una amplia variedad de objetivos.
-       Amor, los sentimientos de ternura y la satisfacción sexual activan el sistema nervioso parasimpático y engloba un amplio conjunto de reacciones que implican a todo el cuerpo y que dan lugar a un estado de calma y satisfacción que favorece la convivencia.
-       Sorpresa, el levantar las cejas permite un mayor alcance visual y mayor iluminación en la retina, lo cual proporciona más información sobre el acontecimiento inesperado, facilita así el descubrimiento de lo que realmente ocurre y elaborar en consecuencia el plan de acción más adecuado.
-       Desagrado, transmite el mensaje que algo resulta literal o metafóricamente repulsivo para el gusto o para el olfato. La expresión facial de disgusto como el ladeado del labio superior y fruncimiento de la nariz son un intento de cerrar las fosas nasales para evitar el olor nauseabundo o para expulsar el amento tóxico.
-       Tristeza, su función consiste en ayudar a asimilar una pérdida irreparable. Provoca la disminución de la energía y del entusiasmo por las actividades vitales especialmente las diversiones y los placeres, cuanto más se acerca a la depresión, más se enlentece el metabolismo corporal. Este encierro introspectivo brinda así la oportunidad de sobrellevar una pérdida o una esperanza frustrada, superar sus consecuencias y planificar el momento en que la energía retorna un nuevo comienzo.

La mente emocional y la mente racional son dos facultades relativamente independientes pero se interrelacionan, en muchas ocasiones estas dos mentes están exquisitamente coordinadas porque los sentimientos son esenciales para el pensamiento y lo mismo ocurre a la inversa.


Los principios de la inteligencia emocional son la recepción que se refiere a cualquier cosa que incorporemos por cualquiera de nuestros sentidos, la retención corresponde a la memoria que incluye la retentiva o capacidad de almacenar información y el recuerdo, por tanto la capacidad de acceder a esa información almacenada, así mismo el análisis es la función que incluye el reconocimiento de pautas y el procesamiento de la información, la emisión incluye cualquier forma de comunicación o acto creativo, incluso del pensamiento y el control es la función requerida a la totalidad de las funciones mentales y físicas.

martes, 12 de julio de 2016

Actitudes TOLERANTES e INTOLERANTES con los demás :

Tolerantes:                          
Compasiva, fiel, amigable, amorosa, detallista, calmada por las buenas, ordenada, limpia, solidaria, trabajadora, comprensiva, hogareña, romántica, paciente, tolerante, amo a los animales.

Intolerantes:
Impaciente, rencorosa, grosera, directa, claridosa, muy sensible, exigente, intolerante ante la injusticia animal.

¿Qué factores influyen para que surjan problemáticas como las de atacar a otros por las diferencias en sus gustos u opiniones?

1.- Cuando no respetamos la forma de ser de los demás
2.- Al ser intolerantes ante las fallas de otros
3.- Cuando somos autoritarios y queremos que se haga lo que nosotros decimos
4.- Al gritar y dar órdenes
5.- Cuando no permitimos que los demás participen
6.- Al ser envidiosos y no ayudar
7.- Cuando queremos Evadir nuestras responsabilidades
8.- Al criticar y hacer chismes
9.- Al envidiar las cosas ajenas
10.- Al maltratar a los animales y no darles calidad de vida siendo irresponsables
11.- Al ser egoístas y querer todo
12.- Al no ser empato os
13.- Al no cultivarnos moralmente
14.- Al no cuidar nuestra salud mental, espiritual y física

Colash : Aspectos más importantes de mi vida.


Para mí es muy satisfactorio el recorrido de cada uno de mis años vividos, aquí muestro un poco de lo que ha sido de los acontecimientos más importantes. En primera mencionaré que siempre ha estado presente con inmenso amor mi bella hija Mariana, junto a su compañía curse una licenciatura en Sociología; dentro de mis trabajos más importantes y los que más me han gustado son haber trabajado para el Instituto Federal Electoral como apoyo a una elección; también me certifique como ejecutivo de ventas automotriz en la compañía FORD, labore como asesor certificado en la venta inmobiliaria empresa Hogares Mexicanos, también muestro una imagen de mi familia en compañía de mi Ex marido con el cual procree a mi menor hijo Emilio. Parte importante de mi vida es mi abuelita materna, la Sra. Inés, de la cual conservo hermosos recuerdos de mi niñez. Finalmente muestro una parte de mis estudios en la carrera de Psicología, la cual hoy disfruto plenamente, pues fue la carrera que siempre quise estudiar y que por diversas circunstancias de la vida no me había sido posible.